
En el ámbito jurídico, las pruebas periciales se han convertido en un elemento clave para sustentar la posición de las partes en un juicio o contencioso. Entre las diferentes modalidades de peritaje, una de las más relevantes y tenidas en cuenta en casos de propiedad intelectual, posible confusión entre marcas, competencia desleal o publicidad engañosa son las encuestas de opinión y percepción, que permiten demostrar de manera objetiva cómo perciben los consumidores, ciudadanos o usuarios una determinada marca, un producto o servicio, y si hay o no confusión con otros.
En este contexto, cada vez más bufetes de abogados y empresas recurren a compañías o institutos de investigación de mercados como MásMétrica para la elaboración de este tipo de estudios, que se presentan como prueba pericial en procedimientos judiciales. Estas encuestas ofrecen al juez un material empírico y verificable que ayuda a esclarecer cuestiones como:
En base a esto, en MásMétrica llevamos a cabo distintas encuestas periciales para nuestros clientes. Los estudios que solicita el sector legal son variados y dependen del objeto del litigio, pero entre los más frecuentes se encuentran:
El valor de la encuesta en juicio
La fortaleza de estas pruebas radica en su metodología rigurosa y en su neutralidad técnica. MásMétrica aplica estándares de investigación social y de mercados que garantizan representatividad y validez estadística, aspectos cruciales para que la prueba sea admitida y valorada en sede judicial, atendiendo a los criterios de la EUIPO (Oficina de propiedad intelectual de la Unión Europea).
El juez, en última instancia, es quien decide la relevancia de la encuesta como prueba pericial, llamando a declarar a los investigadores como peritos en la vista del juicio. Sin embargo, contar con datos objetivos y medibles aporta solidez a los argumentos de las partes y aumenta las posibilidades de éxito en litigios donde la percepción de la población es el eje central.
Conclusión: Las encuestas periciales se han consolidado como un recurso imprescindible en conflictos entre marcas, disputas comerciales y procedimientos judiciales. Su utilidad no solo reside en lo que muestran los datos, sino en la capacidad de trasladar al tribunal la voz de quienes realmente se encuentran en el centro del conflicto: los consumidores.

La inmediatez en la obtención y análisis de datos de opinión se ha convertido en un factor clave para responder con agilidad a los cambios del mercado y de la opinión pública.
En el mundo actual, donde todo cambia a gran velocidad, la investigación de mercados no puede quedarse atrás. Los estudios de opinión se pueden lanzar, recopilar y analizar prácticamente en tiempo real. Gracias a las herramientas digitales y plataformas de encuestas online, es posible conocer qué piensa la población apenas unos minutos después de lanzar un cuestionario. Esta inmediatez permite a empresas e instituciones tomar decisiones rápidas basadas en datos actuales y fiables.
Los paneles online y los sistemas de recogida automática de datos han revolucionado la forma en que se hacen las encuestas. Ya no es necesario esperar semanas para tener resultados, sino que se pueden ir visualizando los datos conforme las respuestas llegan. Plataformas que cuentan con dashboards interactivos permiten seguir la evolución del estudio minuto a minuto, con estadísticas clave y segmentaciones en tiempo real. Esto abre una ventana de oportunidad para actuar con rapidez ante una crisis de reputación, un cambio de tendencia o una necesidad estratégica de comunicación.
La agilidad en la entrega de insights es especialmente valiosa en entornos como la opinión social, los hábitos de consumo o la percepción de marca, donde reaccionar tarde puede suponer perder influencia, cuota de mercado o credibilidad. Un buen estudio de opinión, bien diseñado y con recogida ágil de datos, se convierte en una herramienta de inteligencia inmediata para los equipos de dirección, comunicación o marketing. Las decisiones se apoyan en evidencias reales, no en intuiciones, y eso marca una gran diferencia.
En definitiva, la tecnología ha hecho que los estudios de opinión sean no solo más accesibles, sino también más útiles y estratégicos. El valor ya no está solo en saber lo que la gente piensa, sino en saberlo cuando más falta hace: justo a tiempo para actuar. En un mercado saturado de información, tener datos en tiempo real es una ventaja competitiva que no se puede desaprovechar.